Siempre tenemos prendas que queremos conservar en buen estado, y cuando estas son de materiales no tan comunes, nos preguntamos: ¿Cuál es la mejor forma de lavar tus fajas? Pues hoy te traemos algunos consejos para que tu faja siempre luzca como nueva, como si acabara de salir del almacén. Ten en cuenta que estas son prendas íntimas y delicadas, por lo que requieren un cuidado especial.
Conoce nuestro catálogo de fajas:
Lo primero que debes saber es que lo más recomendable es cómo lavar fajas a mano. La lavadora podría dañarlas, así que evita usarla si es posible. Utiliza un jabón delicado, y si tienes la oportunidad de conseguir uno especial para este tipo de prendas, ¡mucho mejor! No uses cloro ni detergentes muy fuertes, ya que pueden debilitar la tela y hacer que pierda sus propiedades.
En cuanto al lavado de fajas, siempre debes secarlas a la sombra, evitando que les dé el sol directamente, ya que el sol puede dañarlas. Tampoco uses secadora, ya que el calor puede deformarlas. Si tu faja tiene elementos metálicos, como broches o varillas, es recomendable secar esas partes lo más que puedas, incluso usando una toalla para absorver el exceso de humedad. Tiéndela con mucho cuidado y asegúrate de no contaminarla con otras prendas.
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Ahora, ¿Cuál es la mejor forma de lavar tus fajas dependiendo de su uso? Esto varía, por supuesto. Si tienes una faja deportiva, lo ideal es lavarla después de cada dos usos, ya que acumula mucho sudor y puede empezar a oler mal o incluso causar irritación. En cambio, si usas fajas de powernet (una tela más resistente), puedes lavar la prenda cada tres días, ya que no provoca tanto sudor. Si tu faja es para ocasiones especiales, como cuando usas vestidos o ropa de gala, puedes lavarla cada cuatro usos, ya que su uso no es tan frecuente.
Otra pregunta común es ¿Cómo lavar fajas recién compradas? Lo más recomendable es que las laves antes de ponértelas. Esto se debe a que cuando compras una faja en un almacén, la prenda está en exposición y muchas personas la tocan, lo que puede contaminarla. Al ser prendas íntimas, es mejor evitar cualquier riesgo de irritación o infección por el mal uso de la prenda.
Por último, te recomendamos siempre elegir la faja de tu talla correcta. Aunque a veces nos tentamos a comprar una talla más pequeña con la idea de vernos más delgadas, lo único que conseguimos es maltratar nuestra piel y dañar la faja. El ajuste adecuado es clave para que tu faja cumpla su función y dure más tiempo.
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Recuerda estos consejos y verás cómo mantener tu faja en excelente estado. Si te preguntas ¿Cuál es la mejor forma de lavar tus fajas o cómo lavar fajas de manera correcta, con estos pasos seguro tu prenda se mantendrá intacta y te ofrecerá los resultados que esperas. ¡Cuídala bien y aprovecha todos sus beneficios!
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